La nueva ola de aranceles anunciada por el presidente Trump ha conmocionado a la industria tecnológica, sacudiendo a importantes actores como Apple, Nvidia, Tesla, Alphabet, Amazon, Meta y Microsoft. En las operaciones ampliadas, las acciones de Apple se desplomaron más del 6% a medida que los inversores reaccionaron a los amplios impuestos a las importaciones que podrían remodelar las cadenas de suministro globales y los precios al consumidor. Apple, que genera la mayor parte de sus ingresos a partir de dispositivos producidos en China y otros mercados asiáticos, enfrenta ahora el doble desafío de los crecientes costos de producción y la posible desaceleración de las ventas en mercados clave como China debido a posibles aranceles de represalia.
Los aranceles, que van desde un 10% universal sobre todas las importaciones hasta un 49% sobre bienes de ciertos países, están diseñados para impulsar la producción nacional y reducir la dependencia de la fabricación extranjera. Sin embargo, las medidas ya han provocado caídas en todo el sector tecnológico: el fabricante de chips Nvidia, el gigante de los vehículos eléctricos Tesla y varias empresas de megacapitalización experimentaron caídas significativas. Los analistas han advertido que estos costos adicionales podrían pesar mucho en los márgenes de ganancias, y Morgan Stanley estima que los aranceles sobre los iPhone y otros dispositivos pueden imponer un lastre anual de 8.500 millones de dólares a los resultados de Apple.
Los esfuerzos de las empresas de tecnología para diversificar sus cadenas de suministro mediante la reubicación de la producción a India, Vietnam, Tailandia y otros países parecen haberse visto socavados por los nuevos aranceles. Si bien la estrategia apuntaba a reducir la dependencia de China, muchos de estos centros de fabricación alternativos ahora enfrentan elevados aranceles recíprocos, que compensan efectivamente cualquier beneficio en costos. Este complejo entorno comercial ha obligado a empresas como Apple y Amazon, que dependen de las cadenas de suministro asiáticas, a repensar sus estrategias de logística y precios mientras lidian con estructuras de costos futuras inciertas.
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Los inversores han sido particularmente sensibles a los indicadores técnicos, con las acciones de Apple cotizando dentro de un canal descendente y acercándose a niveles de soporte críticos. Dado que la tecnología y la electrónica de consumo constituyen un componente crítico de las economías modernas, los efectos dominó de estos aranceles podrían extenderse mucho más allá de las empresas individuales, lo que podría conducir a precios más altos al consumidor y una menor competitividad global.
